Santiago Stieben: del icónico Roña de Chiquititas a una carrera resiliente en el mundo del espectáculo

Con tan solo 10 años, Santiago Stieben irrumpió en la pantalla chica como el inolvidable Roña en Chiquititas, la icónica telenovela infantil creada por Cris Morena que marcó un antes y un después en la televisión argentina.

Su cabello rubio, su estatura pequeña y su carisma lo convirtieron en uno de los personajes más queridos de una generación que creció disfrutando de la magia de la serie. Durante cuatro años, vivió el furor de la producción, participando en temporadas teatrales con funciones diarias que lo llevaron a sacrificar parte de su infancia por el ritmo frenético del éxito.

Sin embargo, el final de la serie trajo consigo una etapa de incertidumbre para el joven actor. Mientras algunos de sus compañeros continuaban brillando en el centro de la escena, Santiago enfrentó el desafío de encontrar su camino en una industria que a veces resulta implacable.

Con valentía, atravesó momentos difíciles, incluyendo una crisis económica que lo llevó a buscar trabajos lejos del mundo artístico, como atender un bar, trabajar en un local de ropa y emprender con un taller de diseño de borcegos que no prosperó.

Reinventarse y conectar con nuevas generaciones

Lejos de rendirse, Stieben construyó una trayectoria diversa y llena de aprendizaje. Su amor por el teatro, nacido durante los años de Chiquititas, lo llevó a explorar nuevas facetas como la producción y el interés por roles detrás de escena, como el de stage manager.

Durante 12 años, trabajó en producciones de Disney, como O11CE y Freaks, lo que le permitió mantenerse activo en el mundo del espectáculo y conectar con una nueva audiencia.

La pandemia de Covid-19 significó un desafío adicional en su carrera. Ante la cancelación de su participación en el musical Escuela de Rock, y sin alternativas laborales inmediatas, Santiago recurrió a LinkedIn para pedir trabajo.

Su publicación se viralizó, recibiendo una ola de apoyo que le abrió puertas hacia nuevos proyectos, como su reciente participación en la serie El Encargado, junto a Guillermo Francella.

Hoy, con 40 años y una hija de 9, Santiago Stieben valora las lecciones que le dejaron los altibajos de su carrera. Reconoce que la fama de su niñez fue un hito irrepetible, pero también destaca que su capacidad de adaptación y el apoyo de su familia le permiten seguir adelante.

Para él, el tiempo y la salud son los pilares para continuar enfrentando los desafíos de una profesión que, aunque impredecible, siempre tiene nuevas sorpresas por ofrecer.

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