Cris Morena, reconocida por ser la mente detrás de éxitos como Rebelde Way, Floricienta y Casi Ángeles, es mucho más que una productora, directora y compositora: es una visionaria que supo transformar sus vivencias personales y su creatividad en historias que marcaron generaciones.
Desde sus inicios como actriz en los años 80, aprendió los secretos de la ficción, pero fue su salto a la producción y dirección lo que la consolidó como una figura única en la industria del espectáculo.
Sin formación académica en el ámbito artístico, Cris encontró su pasión creando programas como Jugate conmigo, espacio que no solo marcó su debut como conductora, sino que también evidenció su habilidad innata para conectar con las emociones del público.
Esta capacidad se extendió al descubrimiento de talentos que, gracias a su “varita mágica”, se convirtieron en figuras prominentes como Lali Espósito, Luisana Lopilato y Peter Lanzani.
Pero más allá del éxito, Morena destaca que detrás de cada proyecto hay perseverancia, pasión y mucho trabajo. Su más reciente producción, Margarita, que surge como una continuación del universo de Floricienta, es prueba de su incansable espíritu creativo.
“Cuando creo, no puedo parar”, admite, reflejando su compromiso con sus ideas y su equipo, incluso en tiempos de incertidumbre como los que imponen las plataformas actuales.
La resiliencia como motor de vida
La vida de Cris Morena está marcada por un evento que la transformó profundamente: la pérdida de su hija, Romina Yan, en 2010. Lejos de detenerse, este dolor la impulsó a reinventarse y encontrar nuevas formas de canalizar sus emociones. “Romina es mi creadora principal. Es la presencia de la ausencia”, confiesa, mientras relata cómo la recuerda diariamente a través de rituales que le permiten sentirla cerca y darle sentido a sus días.
Además, Cris comparte que ser abuela ha sido una experiencia más intensa que la maternidad. Sus nietos, que brillan en diversos caminos como el arte y los deportes, son otra fuente de inspiración para ella. Desde la tristeza más profunda, ha logrado no solo sanar, sino también ayudar a otros que atraviesan situaciones similares.
Morena cree en el universo, en una energía superior que guía su vida y en la importancia de soñar. A pesar de sus reservas sobre las redes sociales y su superficialidad, reconoce que pueden ser una herramienta valiosa cuando se usan con buenas intenciones. Su misión sigue siendo clara: crecer como ser humano, mantenerse despierta y dar lo mejor de sí en cada aspecto de su vida.
Cris Morena, una creadora de historias y de sueños, es ejemplo de cómo el amor, el trabajo y la resiliencia pueden ser fuerzas transformadoras que inspiran a generaciones enteras.
Fuente: La Nación.
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