“Chiquititas”: 29 años de un éxito inolvidable que marcó a toda una generación

Tras 29 años de su estreno, “Chiquititas” sigue siendo una referencia en la memoria colectiva de quienes crecieron con sus canciones y emocionantes historias. Esta telenovela, creada por Cris Morena, no solo revolucionó la televisión infantil, sino que también dejó una profunda huella en sus seguidores.

A continuación, exploramos algunas curiosidades detrás de cámaras que hicieron de Chiquititas un fenómeno inolvidable.

Natalia Lobo y Romina Yan: Un camarín compartido lleno de recuerdos

En los sets de “Chiquititas”, los actores compartían momentos que iban más allá de las cámaras. Natalia Lobo, quien interpretaba a una de las antagonistas de la serie, recuerda con cariño cómo compartía el camarín con Romina Yan, la protagonista indiscutible.

A pesar de encarnar personajes opuestos en la pantalla, la relación entre ambas era cercana y afectuosa. Lobo describe a Yan como un “sol” que iluminaba el ambiente con su bondad y alegría. Esta amistad detrás de escena fue un reflejo del compañerismo que se vivía en el set, un lugar donde las risas y las anécdotas eran parte del día a día.

Marianela Pedano y su lucha con las coreografías

Marianela Pedano, quien daba vida a “Maru”, era conocida por su energía desbordante y su espíritu inquieto. Sin embargo, esta misma energía la convertía en una de las actrices más despistadas a la hora de aprender las coreografías del show.

Mientras el resto del elenco seguía los pasos al ritmo de la música, Pedano luchaba por mantenerse al día. Su rebeldía y su falta de atención en los ensayos la convirtieron en una figura querida y recordada por sus compañeros, quienes la ayudaban a ponerse al día, creando un ambiente de apoyo y camaradería en cada ensayo.

Romina Yan: guía y apoyo de las actrices infantiles

Romina Yan no solo brillaba en su papel de Belén Fraga, sino que también era una figura de apoyo para las jóvenes actrices del elenco. Yan solía ayudar a sus compañeras más jóvenes con las tareas del colegio durante los descansos de las grabaciones.

Esta dedicación hacia las niñas del elenco no solo demostraba su generosidad, sino que también forjaba un vínculo especial que trascendía la ficción. Su papel como “mamá” dentro y fuera del set dejó una marca imborrable en quienes compartieron esa etapa con ella.

El amor adolescente de Georgina Mollo y Ezequiel Castaño

El set de “Chiquititas” no solo fue testigo de aventuras ficticias, sino también de historias de amor en la vida real. Georgina Mollo, quien interpretaba a una de las “chufas”, y Ezequiel Castaño, conocido como “Mosca”, vivieron un romance adolescente durante el tercer año de la serie, en 1997.

Este amor juvenil comenzó de manera tímida, con las mamás de ambos actores, siendo las primeras en enterarse. Romina Yan, amiga cercana de ambos, fue la primera en enterarse del noviazgo, que se convirtió en uno de los recuerdos más entrañables de aquellos años.

Los primeros varones en el “Hogar Rincón de Luz”

En un principio, “Chiquititas” estaba compuesto únicamente por un elenco femenino, pero con el tiempo, Cris Morena decidió introducir personajes masculinos para enriquecer la historia. Santiago Stieben, quien interpretaba a “Roña”, y Diego Mesaglio, conocido como “Corcho”, fueron los primeros varones en integrarse al grupo.

No obstante, Ezequiel Castaño, “Mosca”, fue el primer niño en grabar para la serie, marcando un antes y un después en la dinámica del programa. Estos personajes trajeron nuevas historias y desafíos al “Hogar Rincón de Luz”, ampliando el universo y capturando la atención de un público aún más amplio.

Las historias de amor, las canciones que se volvieron himnos y los personajes entrañables hicieron de Chiquititas un éxito sin precedentes. A lo largo de sus temporadas, la telenovela no solo narró la vida de los huérfanos del “Hogar Rincón de Luz”, sino que también enseñó valores como la amistad, la solidaridad y la esperanza. 

 29 años de su estreno, el legado de “Chiquititas” sigue vivo, demostrando que algunas historias nunca pasan de moda y que su mensaje sigue resonando con la misma fuerza en aquellos que alguna vez fueron sus fieles espectadores.

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