El pasado domingo nuestra productora preferida, Cris Morena, se sinceró en la mesa de La Peña de Morfi y reveló una faceta muy íntima de su vida. Habló a corazón abierto con Jey Mammón, presentador del programa y con quien mantiene un vínculo muy especial. A 12 años de la partida de su hija, Romina Yan, Cris admitió que los primeros años se volvieron oscuros y difíciles de sobrellevar.
La productora y creadora de contenido juvenil, que nos ha regalado tantos buenos momentos a lo largo de varias generaciones, confesó que los primeros años estuvo en Shock. “¿Cómo hice?, no sé. ¿Cómo sobreviví?, no sé. Porque estuve muerta durante tres años. Más allá de escribir, estuve muy mal” confesó. “Lo único que podía hacer era escribir como una bestia. Es lo único que me levanta cuando estoy cayendo. Yo escribo mucho y me encanta escribir canciones”.
El momento clave de recuperación fue cuando en el 2013 viajó con su nuera, Sofía Reca, y su nieto menor, Inti, a Berlín y a Praga. Afirma que en Alemania tuvo una epifanía: “Tenía la sensación de que todo cambiaba y empezaba a entender el para qué”.
Relatando su recorrido por Berlín y las “cicatrices” de la segunda guerra mundial, pudo comenzar a aceptar el dolor y darle otra perspectiva a la vida: “Si Berlín con todo su dolor y toda su angustia y horror espantoso se levantó, yo me tengo que levantar por mi nieto, por mi hijo y por la vida; porque amo la vida y merezco seguir viviendo”.
A partir de ese momento, Cris pudo enfocarse en homenaje a su hija. “Ahí escribí todas las canciones del homenaje ViveRo que fue en 2019”, recordó sobre el espectáculo en el teatro Gran Rex en honor a Romina que contó con la presencia de numerosos artistas.
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