Casi ángeles: adolescentes que irán y volverán en el tiempo

Más que listos y ansiosos por el debut están Emilia Attias y Mariano Torre, protagonistas de la tercera temporada de Casi ángeles que arranca mañana a las 19 por Telefé. Es que, desde noviembre del año pasado están grabando el programa, con un gran despliegue de producción en exteriores filmados en Mendoza y San Luis. Como ocurre siempre en los productos que salen de la factoría de Cris Morena, los adolescentes tienen total protagonismo y en este caso, se le suma una historia con ribetes fantásticos en donde los chicos actúan en varias dimensiones temporales. "Sabemos que estamos tratando con un tema medio difícil, esto de los distintos planos y por eso es importante que sea accesible a todo el público. Y la producción es muy cuidada en ese sentido, además de que hay historias y personajes nuevos, como el de Jimena Barón", dice Emilia que cambió por completo su look para este año, estrenando rastas rubias.

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¿El nuevo look es una manera de ir encontrándole otras vueltas al personaje?

Emilia: El cambio de look fue idea mía, tuve que insistir bastante para que me dejaran hacerlo, me parecia que iba a pegar con la vuelta de tuerca que tenía este año el personaje de Cielo. Pensé que era el momento y comprobamos que funciona porque están todos contentos y eso me pone más contenta a mí todavia. Es mi aporte, todo te va inspirando para construir el personaje



En tu caso, Mariano, te incorporás a una historia ya en movimiento.

Mariano: Sí, yo me incorporé al final del año pasado y fuimos perfilando las aristas que iban a quedar para ahora; una apuesta tremenda en cuanto a la historia. La de Casi ángeles no es una continuidad como la de un programa cualquiera y con mi personaje hay un sacudón de cabeza importante, muy novedoso.



Uno de las cosas más impactantes es la masividad y la devoción que genera el programa en los chicos.¿Cómo se acostumbraron a todo eso, cómo lo viven?

Emilia: Yo estoy más acostumbrada, porque si no te acostumbrás, lo pasás mal. Y además, el ritmo de laburo es tan fuerte que no te das cuenta y te vas acostumbrando a esa masividad. Pero no deja de ser shockeante. Ahora, un poco menos que al principio, porque uno ya sabe lo que va a venir y lo vivís a full. Por otro lado, te genera cierta presión, cierta responsabilidad por mantener esa pasión que se despierta. Y esa cosa latente te demanda un montón, te provoca nervios, inseguridad, adrenalina.

Mariano: No me llego a dar cuenta de todo lo que produce el programa. El resto del elenco fue creciendo a la par y yo llego con todos gritando: es un poco más intimidante, sobre todo porque se trata de un público que te ama hasta la estratófera, pero si no te gusta, sonaste. Yo veo que ellos no lo sufren, lo disfrutan. No sé qué me va a pasar, creo que me voy a acomodar bien a todo, porque esto me llega en un momento de mi vida en que lo puedo disfrutar, antes no hubiera podido. Yo estuve en otros programas de éxito, pero no era tanto fanatismo. Y además, no la pasaba tan bien, pero tenían que ver con cierta inmadurez mía. Ahora entiendo mejor cómo es el juego, me relajé y ¡ya no aguanto más por ver qué pasa! Sobre todo, porque esta es una historia muy rara de grabar. Ellos están acostumbrados y lo actúan con naturalidad, pero no es nada sencillo de hacer y fue un desafío. Al principio yo decía: che, avísenme y no voy más, porque no sé cómo se hace. (Risas).



¿Te sorprendió que te convocaran para este proyecto?

Mariano: Bastante. No era para nada lo que yo venía haciendo, pero me interesaba mucho vivir la experiencia de lo que genera el programa y tener que cantar y bailar.Desde que hice Costumbres argentinas, la música se me cruzó mucho en el laburo y aunque esto es desde otro lado, me interesaba la experiencia de probar algo nuevo. Acá hay que poner mucho el cuerpo, entrenar. Además, distinto. Hay que tener entrenamiento, ademas ellos tienen 18, 20 años y yo tengo 31.

Emilia: Está bien, hay que tenerle paciencia al nono. (risas). No, mentira, está barbaro lo que hace Mariano.

Torre forma parte del grupo Ambulancia con el que comparte escenario junto a Mike Amigorena, Muriel Santa Ana y otros amigos, desde hace más de seis años. "Por ahora, lo dejamos descansar, porque no vivimos de esto y tenemos muchos compromisos. Pero nos encanta hacerlo", dice.



¿Pensás que muchas nenas y chicas van a copiarte el peinado, Emilia?

Mariano: Ya me veo a un montón de padres diciendo de todo, porque sus hijas quieran hacerse las rastas de Emilia. (risas).

Emilia:.Está buenísimo, es recómodo. Yo creí que me iba a aburrir mucho, porque yo suelo aburrirme de mi pelo, pero no. Es tan divertido, puedo jugar mucho, variar. Ya me lo cortaré, pero por ahora, me encanta. Es fácil de cuidar, porque está como sellado; cada dos meses lo retoco junto con la raíz, que está negra a próposito y todos los días me lo lavo en dos minutos y como sólo es la base, se seca enseguida.

Mariano: ¡Cómo realizar la manutención de las rastas en 10 pasos!

El elenco de Casi ángeles está habituado a un ritmo aceleradísimo que arranca a las seis de la mañana con preparativos para las grabaciones diarias, siguen los ensayos de la obra de teatro y hasta hace poco, la grabación del disco (Ver recuadro). "Trabajamos mucho, pero la sensación es de venir a jugar, y si estás mal, el resto te levanta. Es rarísimo eso; no hay roces", asegura Emilia.



En tu caso, que vas por tu tercera temporada, ¿cómo te ves con respecto a cuando empezaste?

Emilia: Siento que a medida que pasa el tiempo, me voy afianzando, fui ganando seguridad como actriz. Y la historia me brindó herramientas como para poder crecer.Me veo en los primeros capítulos y me quiero morir. Pero está bien, se trata de aprender. Todos nos llevamos increíble y se gana mucho cuando las cosas son fluídas. Este realmente es un grupo recopado.

Fuente: Clarin